sábado, 9 de julio de 2011

complejos

Llevaba su traje rojo, se sentía a gusto.
En un lugar con agua había gente conocida y extraña.
Se le acercó un chico guapo,argentino,con aquella voz tan atractiva y el hablar dulce le insinuó ir a un hotel.
Encantada aceptó. El asombro de sus conocidos no le importaba,se fue de la mano con él.
-Tomas precauciones? Le preguntó.
-Si, por supuesto.(Se tomo un ibuprofeno)
Al saludar a unas chicas esbeltas se acordó de sus michelnes. Se dió a la fuga.
Despertó enfadada consigo misma.


Pléyade

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viernes, 8 de julio de 2011

Estábamos comentando...

Estábamos comentando... lo afortunada que eres.
Fíjate en tu marido !un encanto! tu padre se equivocaba cuando decía que era poco para ti. El hombre, a base de esfuerzo, os ha sacado adelante.
¿Y tus hijos? unos soles, el mayor listo como el hambre, lástima que no le diera por estudiar ¿y la niña? Un tesoro, no sé como no ha encontrado novio.
Tu misma tenías un gran futuro y sin embargo te has conformado con cuidar de los tuyos.
Pero ¿se va sin despedirse? ¡esta chica cada día tiene peor carácter!


desasosegada

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martes, 5 de julio de 2011

Subjetividad errada.

Era una charla preciosa. Con reservas y afectos. Les encantaba la luna, quizá les unía, pensó. Le costaba el corto y cierro, no podía terminar con ese momento.
En realidad, nunca supo por qué, no se repitió.
En la luna había borrones negros, las gafas de lejos no daban para tanto.Compró un telescopio, de almacén a 100, en un lugar alejado.
Desde la cumbre de una higuera, en la inopia, leyó lo escrito en el cielo, el borrón de la luna ponía ?Eres una puta fea?.
Cayó de lo alto.Que tortazo.

Pléyade

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Segundo plato

El afilado cuchillo ahonda sin esfuerzo en la carne, y , sin apenas salpicar, va cercenando tejidos, músculos y nervios con cadencia rítmica.

Poco a poco, la pieza (hace unos momentos aún quejumbrosa y temblorosa) queda deshuesada y convenientemente preparada para su degustación.

El autor de tan depurados y precisos movimientos, los ha llevado a cabo quedamente, casi sin dudar, a pesar del hambre atroz, poseído por el espíritu burlón y postmoderno de la cocina creativa.

Cronopio

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