sábado, 6 de octubre de 2012

Fuente de energía

Lo primero que vió al abrir los ojos fueron manitas de dedos largos.
Parecian pulpitos.

Siguen manos de pulpo, de palo, de corte duro. Manos que dan fuerza al unirlas al mundo.
Manos que llenan extremos, alejan soledades,
con las que no puede permitirse bajones.

Ojos que se iluminan cuando la ven,
y hacen que los suyos siempre brillen.

arena


viernes, 5 de octubre de 2012

El reloj del corazón

Cuando el reloj dio la primera campanada se puso los guantes, en la segunda cerró la puerta y con la tercera giró la llave, las campanadas cuatro, cinco y seis las utilizó para bajar las escaleras y en la octava saludó al portero, como todas las mañanas.
Antes todo era distinto, él convertía una hora en un segundo y un instante en un siglo... pero eso era antes.
Aquella mañana, extrañamente, el portero no estaba. En su lugar encontró unos ojos azules llenos de luz y su corazón dolorido, volvió a latir.

desasosegada

El látigo de la indiferencia

He cometido errores, lo reconozco. Quien en mi lugar no hubiese aprovechado la oportunidad que se brindaba? Sabes que siempre fui íntegro amor mío, entiéndeme por favor y no me fustigues con el látigo de tu indiferencia. No se te olvide que todavía, sigo siendo el Duque de Palma.

Vicente Puchol


jueves, 4 de octubre de 2012

La ventana

Contemplando la ventana rota, con los visillos meciendose por el viento, que entraba con prisas por los cristales rotos, me pregunté cómo había podido pasar un cuerpo tan voluminoso, como el qué estaba silueteado en el suelo de terrazo al lado de la piscina. Daba la impresión de que había colaborado en su traspaso. Cosa que el estado de la ventana desmentía, con sus manchas de sangre y girones del vestido estampado con flores. Estaba claro que tenía una buena papeleta por solventar ante su jefe.

Alfred


miércoles, 3 de octubre de 2012

El video

Yo soy una espalda mojada de traiciones. Pulsó "enviar" y mi dignidad se marchó por la cloaca. Aquel a quien confié mis más íntimos secretos se cobró con venganza nuestra ruptura y ya nadie pudo detener el escarnio. En minutos, el video ya se divulgaba indulgentemente por la red.
Vicente Puchol

martes, 2 de octubre de 2012

La cómoda

La cómoda saltaba en nuestra familia, de generación en generación. De niño observaba que el segundo cajón siempre permanecía vacío. Con inocencia infantil preguntaba el motivo. ¡No seas curioso! ¡Algún día lo sabrás! contestaba mi madre. Igual respuesta obtuve a lo largo de los años ante mi reiterado interrogante.

Heredé el mueble, que ahora reposa en nuestro dormitorio. Cuando vi que mi esposa intentaba usar el segundo cajón, grité a viva voz: ¡Déjalo vacío! ¡Algún día te lo sabré explicar!

country49


Antípodas

¡Recoge tus cosas de una vez... me tienes harta! Has pisado el coche que te regaló el tío y destripado el tren, ahora mismo te escondo la wii y no la ves hasta el fin de semana.

Saca el balón del hatillo, hijo, abulta demasiado, no podemos cargar con él. Mete esta cazuela que nos servirá para recoger agua, el retrato de tu padre y la caja de cerillas grande. Vamos pequeño, ponte en la fila y echa a andar que el camino es largo y los soldados no tardarán en llegar a la aldea.

desasosegada

domingo, 30 de septiembre de 2012

Amistad perdida

Preguntar a los libros le daba las respuestas, por eso cerró los ojos, lo abrió al azar y señaló un párrafo: "Métete los agujeros en mis disculpas, ya sabes lo que quiero d...", lentamente lo fue cerrando, con la mente ida, y la certeza de que jamás recuperaría la amistad perdida.
Vicente Puchol