sábado, 13 de octubre de 2012

La renuncia

Mi fe es hija del fingimiento o de mi ignorancia en la palabra de Dios, dijo a los Cardenales. No puedo aceptar la responsabilidad de usurpar a sus eminencias la silla de Pedro. El silencio se hizo en el Cónclave y solo una voz se atrevió a decir: ?Hay que joderse con el español?

Vicente Puchol


viernes, 12 de octubre de 2012

Ensoñaciones en caída oblicua

Las gotas en caída oblicua reconstruyen tu equívoco rostro fugaz, mientras te busco entre hojas arremolinadas en danza a sones caducos y me aferro a la angustia definitiva, al rastro sutil de tu eternamente imaginario perfume: Ensoñación que resume todo mi pasado inexistente, espanto de cualquier futuro. tallaets

Un gemido en el zaguán

Tengo miedo de que a mi hija pudiera ocurrirle una desgracia. Cuando abre la puerta respiro aliviada. Dice que el novio la acompaña cada noche hasta casa. Pero desde entonces, oigo un gemido que retumba en el zaguán como un gato al que hubiesen arrancado la vida. Estoy asustada.

Vicente Puchol


jueves, 11 de octubre de 2012

Hola y adiós.

Llegó a tu vida para enquiciar tus puertas y ventanas, encalar de luz tus paredes externas y resanar los resquicios de las grietas entre el cemento gris marengo de tus insomnios. Llenó el aire de notas y risas entre el trasiego de tus pies sobre el suelo arlequinado.

Igual que llegó, con su consigna clara en su hoja de ruta, cuando te oyó reír, simplemente... se fue.

Albada


Despedida de soltero

Despertó al alba con una sinfonía de murmullos exóticos de fondo.

¿Qué hago yo aquí?...¿como he llegado a este lugar?, se preguntaba. Anoche bebí más de la cuenta, es cierto, pero no recuerdo nada más.

Intentó ponerse de pie pero se trastabilló y cayó de bruces a un foso de cemento.

Sobre las diez de la mañana, el vigilante encontró dos pies amputados con los zapatos aún puestos. El cocodrilo, ajeno a los primeros visitantes del zoo, dormitaba con la boca entreabierta.

country49


tres amigas

Era una noche cálida.
En ese tiempo un verano era el inmenso espacio que se extendía desde el día que te daban las vacaciones hasta la vuelta al colegio.
Estábamos tumbadas en el jardín; vimos tres estrellas relucientes y nos las repartimos.
Luego irrumpió la vida y sus aguas nos separaron sin remedio.
Hoy he recordado aquella lejana noche, pero solo he podido encontrar dos estrellas... una extraña congoja se ha apoderado de mí y he sabido que a partir de ahora estaré un poco más sola.

desasosegada

martes, 9 de octubre de 2012

Predicción

Regresé a casa y ya en el portal noté que la luz era más gris que últimamente. Accedí al interior y en el rellano, las paredes ocres mostraban amplias grietas a punto de resquebrajarse. Cuando abrí la puerta, un olor amaderado inundó mis pulmones. Y en el suelo, un manto de besos marchitados, me marcaba el camino directo hacia nuestro dormitorio. Tus armarios vacíos, la cama hecha y los cuadros de fotos, sin ellas, me anunciaron que este invierno haría mucho frío.

http://microseñalesdehumo.blogspot.com


lunes, 8 de octubre de 2012

El último portazo

Al principio, no reparaba en las puertas del tiempo. Tenía la percepción de que, entre una y otra, era considerable el camino por recorrer. Unas se cerraban, otras se abrían, e incluso las imaginaba batientes, lo que me permitiría traspasarlas de nuevo, dando marcha atrás. Pero ahora, cuando abro una puerta, miro con reserva la próxima, que cada vez veo más cerca. Acabo de oir el portazo de la última y me he dado de bruces con el umbral de un portón que no sé si seré capaz de vencer.

country49


El funambulista

Se posó en el cable, la energía pasó a raudales por entre sus piernas, y cayó fulminado. Todavía me pregunto si fue necesario matar al funambulista por acostarse con la domadora. Al fin y al cabo, ya llevábamos muchos años casados y a nuestra relación empezaba a faltarle chispa.

Vicente Puchol


domingo, 7 de octubre de 2012

Evasión y Victoria

Conseguiré librarme de ti, lo juro! Si miro atrás estás y si miro adelante, hacia la frontera, sé que no llegarás a tiempo de hurgar en mi bolsa. Me olvidaré de ti, de tu sangría constante. Jamás volverás a verme. Adiós Ministerio de Hacienda, me largo con el dinero a otra parte.

Vicente Puchol