Detrás de mi libreta me atreví a compadecerles sin darme cuenta de que en ningún lugar de mi soledad ardía ni por asomo un fuego tan candente y enternecedor como el que alumbraba la plaza entera cada vez que sus ojos se encontraban.
Eunuco.
Espacio de creación de microrrelatos,
cuentos cortos y otras formas de
literatura breve, al acceso de cualquiera.
Eunuco.
Muy bueno. Amor a pie de calle, que se dice.
ResponderEliminar¿El amor todo lo puede? Una pregunta interesante, y que o bien no se contesta o se reformula automáticamente, por los siglos de los siglos, a pesar de todas las respuestas imaginables.
ResponderEliminarTodo se compensa. Parece que les falta todo y sin embargo les sobra los que a los demás les falta: Amor. Estupendo relato.
ResponderEliminarRomanticismo empedernido hasta en el último escalón. Original el juego de miradas entre el desamor del bien situado que mira y el amor mirado de los sin situación y sin ganas de tenerla.
ResponderEliminarAún en esa lamentable situación, seguía siendo "ella". Quizás por que conoció a la persona que se esconde tras esos andrajos. Eunuco, como siempre, "fotografiando" sentimientos.
ResponderEliminar@josé javier
ResponderEliminarClaro que lo puede, indudablemente. Ahora bien. El "cuánto tiempo" lo puede es una variable bastante más compleja...
@Hank
ResponderEliminarGracias Hank, me alegro de que te guste.
@Sara Lew
ResponderEliminarGracias Saryle, creo que si te "sobra" amor la "falta" de otras cosas se lleca mucho mejor.
@mirina
ResponderEliminarTú lo has dicho, la envidia aquí no funciona en el sentido en el que aparentemente "debería" ir. Por suerte para los corazones.
@veintiuno
ResponderEliminarMuchas gracias veintiuno, de eso va la vida, de sentir.
Precioso relato. Enhorabuena
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