Nunca pensaron los de la tribu que, después de una semana de festín comiendo carne de blanco, un cúmulo de desgracias caería sobre ellos. El aire llegaba envenenado por una nube tóxica, la tierra quedó estéril, muchos decían que si hubieran sido políglotas habrían entendido lo que decían los hombres blancos, que probablemente les fueron a avisar de los peligros. Solo el hechicero callaba, sabía que todas las desgracias provenían de haberse olvidado de salpimentar el manjar.
RubiadeBote
Muy bueno, Rubia. Es verdad que la carne blanca es bastante sosa...
ResponderEliminarHas usado todas las palabras de la lista para crear un estupendo relato. Saludos
Full credit.... rubia. Encima has conseguido solucionar los problemas de transcripción. Estupendo relato. La carne blanca, poco hecha y sin salpimentar.... tiene unos verdaderos efectos nocivos sobre el que la prueba. Estupendo relato.
ResponderEliminarGracias Sara y Veintiuno, no sabeis cómo valoro vuestros comentarios, siempre.
ResponderEliminarMe alegro de vivir lejos de vosotros porque esos puntos suspensivos sobre la cata de carne blanca.......me dan miedo. Jajaja (es broma).
Malditos hechiceros... siempre saben y siempre callan. Muy bueno.
ResponderEliminarJejeje, muy bueno, aunque a alguna carne blanca le sentaría mejor una salsa agridulce, como al cerdo.
ResponderEliminarestos hechiceros!!! claro que tiene que callar, pues si lo sabia y no avisó...pues eso, sal y pimienta!! la gula no les dejó ver más allá
ResponderEliminarRubia, muy creativa y sorprendernte, saludos
Muy bueno Rubia, además usando TODAS las palabras... así me gusta: creatividad a tope. Un saludo
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