En un juego personal, colgado de la barra, flotaba en el terso abandono de ratos como aquél. Con caladas y sorbos menguaba el ruido alrededor pretendiendo que la soledad sufrida era más terrible que la del resto.
Entonces la veía aparecer detrás de una sonrisa y se acababa el juego, final feliz, hola, te quiero, no existe la gravedad a tu lado.
Y mientras la besaba pensaba en lo deliciosamente perverso de echar de menos a alguien cuando se sabe que tarde o temprano llegará.
Eunuco.
Estás existencialistamente afinado, caballero de la luna, enhorabuena, es poético, bien definido, romántico..."con caladas y sorbos menguaba el ruido alrededor", muy bueno, eunuco, me gusta.
ResponderEliminarEl último párrafo, Eunuco, me ha gustado especialmente. Estas fino, no dejes de escribir.
ResponderEliminar@mirina
ResponderEliminarMuchas gracias mirina, escribiendo del modo tan bello en el que tú lo haces es un verdadero halago leer tus comentarios.
@veintiuno
ResponderEliminarGracias veintiuno, espero que tod@s sigamos escribiendo y esto siga yendo tan bien como va.