Entre sábanas revueltas y mojadas no cesaba de acunarla entre sus brazos. El fuego de sus cuerpos se había consumido como núnca en esa noche. Andrés lloraba impotente mientras se balanceaba abrazado a Maria. "Siempre decías que había que salpimentar la vida para que pareciera fuegos artificiales". En el suelo restos de papel de colores y la última pastilla de éxtasis, olvidada de la ajetreada noche, daban fé de que el condimiento había sido excesivo.
Tagore123
Duro, contundente y tierno a la vez. Muy bueno.
ResponderEliminarEstupendo de principio a fin. Enhorabuena.
ResponderEliminar@Hank
ResponderEliminarGracias Hank
@Sara Lew
ResponderEliminarTe agradezco el comentario. Me da alas para seguir en la brecha.
Coincido con hank y saryle, tagore, es muy bueno
ResponderEliminarEn cierto modo me recuerda a una escena de "Trainspotting", con la muerte de un bebé después de unos chutes
ResponderEliminarMuy intenso Tagore... fantástico. En un cuento como éste dónde sólo hay dos protagonistas (él y ella) que nos transporta a toda una vida entre dos, ¿sería más universal prescindir de los nombres propios?
ResponderEliminar@280 y puntoPerdona Tagore... era mío el comentario
ResponderEliminar@280 y punto
ResponderEliminarQuizá tengas razón, pero preferí hacerlo mas intenso, mas cercano, personalizando en dos nombres. Me has hecho pensar, asi que, gracias. Y gracias por la felicitación, Alsquare.
@cormoran
ResponderEliminarPerdona mi incultura, supongo que me hablas de una película. Pero no la he visto y no sé de que va, ni quienes son los actores. Aunque como para eso existe el google, voy ahora mismo a enterarme. Gracias por comentar. Un saludo.
@mirina
ResponderEliminarSe agradece Mirina. Un abrazo.