A pesar de los tubos y el dolor, esbozó una sonrisa cuando vio a aquel viejo desaliñado, vestido de cartero, entrar con una botella de vino en la habitación. -Tú, ¿no serás...? -Sí, hermano, yo mismo. Apresúrate, llegamos tarde al hipódromo -Joder, esto va a ser divertido.
Por Hank66
Otra de Bukowski, muy bueno hank, y espero que tú ya no necesites medicinas.
ResponderEliminarMás que Bukowski, Lynch...
ResponderEliminarComo siempre, un placer para los sentidos ese espacio inconcluso que dejas a la imaginación.
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