domingo, 14 de noviembre de 2010

Impresión(ismo)

El paisaje retrocede mientras mi retina intenta captar impresiones de inesperados verdes salpicados de naranja, desconstruyendo colores como Seurat. Cuando mi cerebro, que avanza mientras mi ojo se rezaga, consigue reconstruir frutales y viñedos, naranjos y asnos, se entera por fin de que no estamos en el valle del Sena, sino del Oued Frah. Y los altos minaretes que se nos echan encima le recuerdan que no llegamos a París, sino a Meknés, una de las cinco capitales imperiales de Al-Maghraib.

tapia


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