La charca emanaba extraños aromas aquella mañana. El pútrido hedor parecía evaporado como por ensalmo. Las aguas semiopacas de siempre habían adquirido ciertos tintes cristalinos.
El sapo,tras el desconcierto inicial, comenzó a croar como si nada hubiese cambiado.
Por si las moscas.
Cronopio
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