He venido a mi casa, aquella que siempre tiene la puerta abierta, con la inestimable excusa de un día señalado en el calendario. Sus olores y facciones me llevan a mi origen, como ráfagas de luz en el túnel del tiempo.La melancolía mece los recuerdos entre algodones mullidos de niñez. Escucho los ecos de mis risas, mezcladas con las de mis hermanos en un ir y venir de vida, con la tristeza que dá el observar una luz que se extingue y hasta el último de sus días estará ahí, señalándonos el camino
21
Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter
21
Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter
Oye...Está muy bien que recordemos los grandes y cálidos ratos con ellas, las madres. pero por si acaso: invíatla en familia a una mariscada y a una sesión de spa.Un abrazo
ResponderEliminarGrande Veiuntiuno. Muy sentido homenaje. La frase "la melancolía mece los recuerdos..." me parece magnífica: un gran hallazgo. Enhorabuena.
ResponderEliminarEs un texto bello y conmovedor, Daniel. Me ha encantado. Un beso.
ResponderEliminar@Albada
ResponderEliminarA una mariscada o a lo que a ellas guste, Albada. Me parece que se han ganado el derecho a pedir y que se les dé. Gracias por el comentario.
@Gabriel Palafox
ResponderEliminarNo me gustan las celebraciones "comerciales", Gabriel, aunque leí a Albada y me dejé llevar por los recuerdos hasta dónde pude recordar y puedo asegurar que llegué muy, muy lejos. Gracias por tus palabras tan amables.
@Sara Lew
ResponderEliminarOtro para tí, Sara, que también eres madre. Gracias.
Bravo, 21, muy emotivo.
ResponderEliminar@Hank
ResponderEliminarGracias, Hank. ¡Qué menos!...