Todos se arremolinan alrededor del cuerpo tumbado en la mesa. Viste de rojo, lleva una gran barba blanca y tiene un ridículo gorro. La madre grita. -¡Qué brutos sois! ¡Le habéis destrozado la cabeza, madre mía, qué manera de sangrar! El marido protesta encogiéndose de hombros. -Mujer, no calculé bien, perdona... La mujer lo mira, resignada. -Vale, vale, id desnudándolo, a ver si éste no tiene tanto relleno de plumas como el del año pasado. Y tú, hijo, enciende el horno. ¡Ay, esta crisis! Hank66
La madre se indigna con razón. La cabeza es lo más jugoso del gordinflón. Lo demás entre gases y relleno se queda en nada.
ResponderEliminaroriginal visión navideña, sin almíbar
country49
Gracias, country, jejeje, tienes razón, no son formas de destrozar así un buen asado...
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