sábado, 17 de diciembre de 2011

Emoción en estado puro.

De vez en cuando llegaba al lugar con la ilusión de encontrar raíces, el pasado; aunque fuera como el camino que, al mirar atrás, no habría de volver a pisar, lo recorría de nuevo.
Ese día, al llegar a la entrada del pueblo, las campanas tocaban a duelo.
Iba a ese entierro.

De vuelta, abrió el correo. Había un reportaje con mensaje y paisajes. Una música de fondo.

La guarda; cada vez que la escucha se ahoga en sus lágrimas.
Es Edelweiss, con violines.
Música a la tristeza la define.

Arena


viernes, 16 de diciembre de 2011

Una de dos, con permiso de Aute

Disparamos nuestros dedos al mismo tiempo sobre el único ejemplar de ese libro. Ella soltó una carcajada y yo le hice eco con una modesta sonrisa. Le cedí el turno pero se negó en redondo. Me propuso ir a otra librería donde pudiésemos adquirir juntos la misma obra. Y así hicimos. Quedaban sólo dos ejemplares y cuando ella se disponía a tomar uno de ellos, una mano varonil desconocida coincidió con la suya. Se miraron y hoy compartimos los tres un apartamento amueblado en un barrio periférico.
country40

Colorado, colorín...

El jinete de azulada vestimenta llegó al torreón tras cruzar bosques tenebrosos, afiladas cordilleras y amenazantes pantanos.

Una vez allí, con la satisfación que da el trabajo casi acabado, y tras disimular varios bostezos, dejó que el sueño le venciera.

Y aún hoy, después de tanto tiempo, sigue durmiendo.

Cronopio

La vida de las palabras

Mis antepasados son árabes, a eso debo la sonoridad misteriosa de mi acento.
Serví en casas de nobles y plebeyos, de cleros y modistillas.
Franqueé el paso al novio aturrullado, a la vecina cotilla y a la tía Flora, todos los días a las 5 en punto.
Pero las palabras no somos eternas, desaparecida la función, desaparece el objeto y nos desvanecemos.
Sé que tengo poco futuro, pocos me recuerdan y pronto alguien aludirá a mí por última vez.
Por cierto, se me olvidaba decirles, mi nombre es aldaba.

desasosegada

Encuentro

Cruzo la calle, como siempre, sin mirar y a toda prisa, las farolas de la calle ya ganaban a la luz natural, momento en que se mezclan las sombras, ella no vio por que no miraba, y el conductor del vehículo por que estaba atendiendo una llamada, fue un encuentro casual, sin llamarse. Tenían una cita pendiente, pero siempre se aplazaba, sus ocupaciones tan absorbentes les impedía una comunicación personal, pero ese encuentro no programado les destrozó un posible futuro. Alfred

jueves, 15 de diciembre de 2011

En el umbral

Abrazado a mi mismo, dejé que la escarcha me fuera cubriendo lentamente.

La madrugada, con su lengua fría y negra fue helando mis miembros y mis gestos, mientras te esperaba sin esperarte.

Cuando mi cuerpo ya casi no respondía a los impulsos nerviosos tuve un último asomo de lucidez... y cerré la puerta.

Cronopio

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El viaje

No mientas. Yo nunca miento, repuso. Y antes del amanecer volaron al oeste. Fugitivos del sol, siguieron viajando, siempre de noche, siempre al oeste. Dilataron sus pupilas buscándose en la oscuridad. Agudizaron el tacto a fuerza de tocarse. Se olvidaron de su sombra, complemento inútil de quien nada tiene que ocultar. Ya ancianos, sabiendo su final, se sentaron en un banco. Te dije que esta noche sería única y que nunca terminaría. Ella asintió. Fue la mejor noche de toda mi vida. Y amaneció.

Rodia


Escopeta de feria.

Se disfrazaba de escopeta de feria, con el punto de mira trucado ( 0,02 mm, a la derecha ). Su misión era confundir a los que creían tener buena puntería. Su objetivo: evitar a toda costa que la hirieran.
Por un error de cálculo quedó perfectamente alineado en su punto de mira.
Cuando ella la tomó entre sus manos, acomodando con fuerza la culata en el hombro, sujetando el cañón sin oscilación alguna y manteniendo la apnea unos instantes, ese único tiro hizo diana.
Y ya no supo qué hacer.
Albada

martes, 13 de diciembre de 2011

Piel y aire

Ella sabía que mis ojos chispeaban cuando, entre luces y sombras, se desnudaba en su alcoba frente a mi balcón, atalaya desde donde podía leer su cuerpo mientras se deshojaba, prenda a prenda, hasta confundirse piel y aire.
Ella sabía que me sonrojaba al contemplarla por las mañanas camino del instituto, vestida de hoja caduca.
Ella sabía que yo soñaba con asaltar su castillo y liberarla de botones y cremalleras.
Pasaron los años y aún recuerdo cómo ardía ese cuerpo que jamás tuve en mis brazos.

country49


Fuego y aire

El deseo (llameante, voraz, húmedo... punzante) estranguló la poca fuerza de voluntad que me restaba a esas horas de la noche y no me quedó más remedio que dejarme llevar y arder de nuevo en el infierno dulce de tu piel encendida.

Una vez apagado el incendio de las ansias, creo recordar que emprendimos el vuelo. Sin planear el aterrizaje... ni la caída.

Cronopio

Diamonds are forever...

Mateo murió pensando en el tesoro. Claro que miró por última vez a su mujer, a su hija, a la desolada madre que le iba a sobrevivir... No obstante, en ese instante preciso en el que, simplemente, Mateo tuvo la certeza de que el último interruptor se apagaba, no pudo dejar de sonreír tristemente al pensar en las monedas, los diamantes, las gemas de todo tipo... en aquel tesoro que encontró en el fondo de una cueva misteriosa cuando era niño y que, al despertar, perdió para siempre.

Hank66


lunes, 12 de diciembre de 2011

Frialdad.

El frío se me mete en los huesos y corre veloz por mi espalda.
Las manos se me hielan y mis pies pequeños quedan adormecidos buscando calcetines abrigados.
Y...afuera llueve ysopla aire helado que presagia una Navidad fría y...sola, donde las sábanas tardan mucho en calentarse.

Lenita


Cosas sencillas

Tenía que escribir sobre el amor, así que con la pluma apretada entre los dientes, abrí el arcón en cuya tapa figura tal nombre.
De él salieron palabras enormes: felicidad, pasión, ausencia, siempre, nunca, desesperación, etc...
Un poco mareada con tal despliegue de recuerdos, recordé el calor de tu mano sobre la mía en las noches heladas del invierno.
Cerré el cajón de golpe y me apresuré preparar "una cena especial" con la que celebrar que hoy es un día normal y nosotros una pareja como tantas.


desasosegada


Al dar la espalda

Cerca de la puerta, dudó si salir a verme alejar. Dentro, solo sabría que me había ido. Creyó encontrar en ello el consuelo del dolor suspendido en un breve tiempo, que demoraría, como un veneno redentor, la desolación que le provocaba mi silueta empequeñeciéndose entre los arbustos y juncos, que a ambos lados del camino arcilloso, parecían aprobar y reprobar a un tiempo, con quietud y silencio, una huida con destino deseadamente incierto. Creyó oír un portazo cuando el horizonte ya me había engullido.
Ortiguense

Jugant

El joc era una representació del rol social del moment. Estava molt diferenciat el paper de nen o nena amb convenciment. El germà petit d?una amigueta anava dient: que el Papa de Roma ?y la seva dona? segur que aniríen al cèl.
Hi ha que veure con es van posar les mares i el propi xicarró, al posar-li un drap per vestit i canviar-li una lletra del nom. Necessitàven un altra nena per a jugar, no enteníen res mes.


Arena


domingo, 11 de diciembre de 2011

La espera

Prometió matarse en diciembre. "Qué mejor incentivo que la navidad", se decía. Tomada la decisión consiguió disimular su obsesión y relajarse. Ya sólo tendría que dejarse llevar; la responsabilidad le correspondía al paso de días huecos sin emociones ni hechos. Y diciembre llegó. De hoy no pasa, repetía cada mañana. Avanzaba el mes y con él su enfado, maldiciendo a la realidad por no cumplir sus planes. En Nochevieja, cuando le preguntaron por su promesa de año nuevo, no supo qué responder.

Rodia