sábado, 5 de mayo de 2012

Madres por vocación

A los treinta, y tras dos noviazgos sin hallar al hombre adecuado, formalizó los trámites para tener en acogida a niños tutelados. Tuvo a su cargo dos hermanos, luego a un niño de dos años y a una chica de quince. De todos se encariñó, pero se despidió de ellos, como las normas marcaban, y que aceptó con cada firma. Triste pero sin dramas. Ahora, que su madre la confunde con la abuela, la trata como a una hija, cuidándola con cariño y paciencia.Le dicen: ¿Qué sabrás tú, que no eres madre?


Albada


3 comentarios:

  1. Tremendo drama, con final de la España profunda, con pañueleta en la cabeza y mirada displicente.
    Una pincelada trágica muy lograda. Gracias Albada.
    Un abrazo.

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  2. Anónimo7/5/12, 9:57

    Se puede ser madre de muchas maneras.
    Un abrazo. marga.

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  3. Gracias Alfred y Marga.

    Dar a luz no define la esencia de una madre humana. De hecho, la expresión en sí misma va mucho más allá de un acto biológico, o así me gusta pensar.
    Padres de inventos, madres adoptivas de ambos sexos dando vida, consistencia, fórmula física, diseño...
    Hay mucha literatura sobre el tema de la maternidad.

    Un abrazo a ambos.

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