viernes, 31 de agosto de 2012

UN ACERO TOLEDANO

Aún siendo cristiano viejo, no rezó porque el tiempo apremiaba. Antes o después tendrían que acostarse y descubrirían al morisco desmembrado. Pero qué Diablos, aunque lo apresaran, nadie osaría desdecir jamás la eficacia de un acero toledano para cercenar hueso de un solo tajo.

Vicente Puchol


2 comentarios:

  1. Me sigue gustando. La contundencia del acero toledano. Del cristiano viejo usándolo.
    Tiene fuerza.

    Un saludo.

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  2. Gracias Albada, perdona el retraso en agradecer tu lectura

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