Mientras me preguntas inquisitorialmente, clavando tu mirada en mis ojos apagados, busco escapatorias invisibles por los confines del cuarto. Navego por rincones, esquinas y grietas, recorro con la vista el techo y las paredes... hasta que reparo en que, entre la ropa que hay junto a la maleta a medio hacer, asoma, tímidamente, el gancho de una percha.
Su gesto interrogante y vacuo me da la clave que buscaba para responderte.
Cronopio
Su gesto interrogante y vacuo me da la clave que buscaba para responderte.
Cronopio
Los gestos interrogantes pueden ser grandes respuestas.
ResponderEliminarUn pequeño-gran ejercicio de hilatura de palabras. Para no perder la costumbre...un bellísimo texto.
Un abrazo
Muy bonito crono y muy abierto, nos quedamos sin saber que disculpa va a esgrimir, mejor así cada cual buscará la suya.
ResponderEliminarUn saludo.