El hombre de las camisas blancas espera ansioso la llegada del fin de semana para sentirse libre. El sábado, apenas marque el reloj las 2 de la tarde, correrá a encerrase en su cuarto para zambullirse en la más profunda de las soledades.
Miguel Díaz Mirón Keusch
Miguel Díaz Mirón Keusch
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