jueves, 20 de junio de 2013

Crónicas marcianas

El miedo es un sentimiento muy marciano. Por eso los habitantes de este planeta rojo vivimos en ciudades subterráneas. Cuando, hace tiempo, iniciamos nuestra exploración espacial, empezamos visitando al no muy lejano planeta azul. Desde nuestras naves vimos a sus habitantes matarse encarnizadamente en diversos lugares. Alarmados, decidimos olvidarnos de semejantes vecinos, pero poco después empezaron a llegar desde allí objetos no tripulados y percibimos que nuestro hogar estaba siendo observado y fotografiado. Espantados, decidimos excavar profundas galerías y vivir bajo la superficie. Nuestra esperanza es que, mientras nosotros nos armamos, ellos se convenzan de que en nuestro planeta no hay vida y, si deciden venir, lo hagan desprevenidos. Entonces conocerán un sentimiento que nos caracteriza aún más que el miedo, el sentimiento que ha hecho que nuestro planeta, que también un día fue azul, sea hoy un desierto rojo. Entonces conocerán nuestra cólera.

El Man co del Espanto

4 comentarios:

  1. tic-tic-tac... tranquilos marcianos rojos, el planeta azul no está para investigaciones así que estáis a salvo y por ende nosotros.
    saludos desde la tierra.

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  2. Desafío total.

    Saludos felinos, amigo Manco

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  3. Hola, Marga. Mira por donde, los marcianos se benefician de los recortes, y de paso los astronautas. No le demos argumentos a la Merkel ... ja, ja.

    Hola, Muski. No había yo pensado en Swarzenegger. Sor Zenegger, la monja más musculosa, que decía un viejo chiste.
    Besos, Muskita. Muss, muss...

    El Manco.

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  4. Uy, perdón: SCHWARZENEGGER...

    El Manco

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