Urban Volstein, entregado burócrata y neurótico aún no evaluado, tras dos décadas de entrega intachable a sus labores menores dentro de una oficina de gestión bursátil, pensó que de aquella monótona tarea de veinte años apenas pudo sacar dos lecciones muy valiosas: que el éxito no es más que una anécdota, generalmente muy puntual, y que el fracaso no es sino una forma más de éxito, o su consecuencia ineludible. Aquel día consiguió el ascenso codiciado tras lentísimos años de rutina insípida: por fin podría encargarse de la reprografía. Dos horas después lo despidieron por haberse fotocopiado las nalgas.
Juan Manuel Sánchez Moreno
Juan Manuel Sánchez Moreno
Me contaron que un soldado ejemplar que ordenó minuciosamente durante un año, el archivo en el que había sido destinado, destruyó en las dos horas previas a licenciarse toda su obra.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Me alegro de que te haya gustado, Marga. Y es que cuando un tipo ejemplar la caga..., la caga de verdad.
EliminarUn saludo
Juan M.
El exito y el fracaso siempre van unidos,y en el caso de tu protagonista le recorrido entre uno y otro fué brevísimo. ¿Que tendrían esas nalgas?jejeje.
ResponderEliminarUn saludo y tambien un beso .
Puri
El exito y el fracaso siempre van unidos,y en el caso de tu protagonista le recorrido entre uno y otro fué brevísimo. ¿Que tendrían esas nalgas?jejeje.
ResponderEliminarUn saludo y tambien un beso .
Puri