Un extraño brillo que salía de sus ojos al mirar la sobrecogió, mirándole ensimismada preguntó _ ¿quien eres? _ ¿dime quien te envía?. La respuesta que obtuvo fue heladora: _Soy el demonio, vengo a por ti, dijo mientras una mueca parecida a una sonrisa preciosa aparecía en su rostro cuidadosamente afeitado, acto seguido un rápido halo sombreado de maldad escalofriante los envolvió por completo y entraron en un laberinto con un final anunciado, como la muerte en la vida.
El Universo había escuchado sus suplicas, milagrosamente él apareció de forma inesperada en un momento en el que lo necesitaba y entró en su vida como un torbellino repleto de viento y niebla, puso una alfombra de barro blando bajo sus pies, resbalaba pero siguió dejándose arrastrar sin pensar en nada más por una vez en su vida.
Cerró los ojos a las señales de alarma que fueron muchas, todo pronosticaba un desastre pero prefirió mirar para otro lado guiada por la brisa renovada que la envolvió con su presencia.
_Dime un lugar del mundo al azar y seguro que yo he estado allí, he estado en todos los sitios, he viajado a lo largo y ancho del planeta, he conocido a mil personas, he tenido mil amantes, he vivido en mil casas, tengo mil hijos repartidos entre todas las mujeres a las que he poseído y mil almas hacen cola para venderse a mi todos los días, _¿quieres la vez ahora? o mejor esperamos a que seas tu quien me ruegue para que te conceda un lugar en la interminable lista, si te portas bien te colaré con los ojos cerrados, solo has de seguir mis indicaciones y conseguirás la eternidad.
Caminando por una cuerda vieja desmadejada en los extremos, colgando encima de un abismo interminable y oscuro se agarró de su mano, según caminaba hacia ningún sitio fue desprendiéndose de sus cosas materiales, caían las ropas desintegrándose en la atmósfera contaminada, volaban los zapatos como meteoritos en el firmamento negro, lo último q ue cayó por el otro lado de la soga deshilachada y a punto de ceder por fin fue su corazón, antes ya se desprendió de los ojos cansados de permanecer sellados y de su lengua que voló entera dando tumbos, quedando todo en silencio absoluto, un silencio que se escuchaba en su alma agazapada en aquel cuerpo dolorido, dormido, entumecido y estupefacto.
Llegando a la otra orilla después de un largo recorrido tortuoso y cuando ya no le quedaba nada pues se había desprendido de todo, sus fuerzas flojeaban al igual que la soga que los soportaba a los dos, entonces notó como la fuerza de la mano que asía la suya se desvaneció por completo en un gesto rápido liberando así su alma cautiva, caída libre, rápida, fugaz, ya no importaba nada mas que caer para estrellarse en libertad.
Al golpearse contra su destino murió en el acto, una sonrisa espontánea se dibujó en su rostro al tiempo que expiraba.
anónimo
El Universo había escuchado sus suplicas, milagrosamente él apareció de forma inesperada en un momento en el que lo necesitaba y entró en su vida como un torbellino repleto de viento y niebla, puso una alfombra de barro blando bajo sus pies, resbalaba pero siguió dejándose arrastrar sin pensar en nada más por una vez en su vida.
Cerró los ojos a las señales de alarma que fueron muchas, todo pronosticaba un desastre pero prefirió mirar para otro lado guiada por la brisa renovada que la envolvió con su presencia.
_Dime un lugar del mundo al azar y seguro que yo he estado allí, he estado en todos los sitios, he viajado a lo largo y ancho del planeta, he conocido a mil personas, he tenido mil amantes, he vivido en mil casas, tengo mil hijos repartidos entre todas las mujeres a las que he poseído y mil almas hacen cola para venderse a mi todos los días, _¿quieres la vez ahora? o mejor esperamos a que seas tu quien me ruegue para que te conceda un lugar en la interminable lista, si te portas bien te colaré con los ojos cerrados, solo has de seguir mis indicaciones y conseguirás la eternidad.
Caminando por una cuerda vieja desmadejada en los extremos, colgando encima de un abismo interminable y oscuro se agarró de su mano, según caminaba hacia ningún sitio fue desprendiéndose de sus cosas materiales, caían las ropas desintegrándose en la atmósfera contaminada, volaban los zapatos como meteoritos en el firmamento negro, lo último q ue cayó por el otro lado de la soga deshilachada y a punto de ceder por fin fue su corazón, antes ya se desprendió de los ojos cansados de permanecer sellados y de su lengua que voló entera dando tumbos, quedando todo en silencio absoluto, un silencio que se escuchaba en su alma agazapada en aquel cuerpo dolorido, dormido, entumecido y estupefacto.
Llegando a la otra orilla después de un largo recorrido tortuoso y cuando ya no le quedaba nada pues se había desprendido de todo, sus fuerzas flojeaban al igual que la soga que los soportaba a los dos, entonces notó como la fuerza de la mano que asía la suya se desvaneció por completo en un gesto rápido liberando así su alma cautiva, caída libre, rápida, fugaz, ya no importaba nada mas que caer para estrellarse en libertad.
Al golpearse contra su destino murió en el acto, una sonrisa espontánea se dibujó en su rostro al tiempo que expiraba.
anónimo
Dantesco, mefistofélico, fáustico. Y muy plástico. Habría que pulir algo la forma, pero el conjunto es contundente. Un notable.
ResponderEliminarTengo mucho que aprender, carezco de recursos económicos y todo tiene un precio, pero también todo tiene un valor, muchas gracias por comentar y valorar, me ayuda y me motiva para seguir mostrando mis cosillas. Un abrazo.
EliminarTiene un ritmo muy bueno, me gusta mucho.
ResponderEliminargracias, me alegro.
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