Cuando se cepillaba los dientes por la mañana emitía con el frotamiento del cepillo melodías y sinfonías por todos conocidas, tal era su éxito que cuando con la gárgara final daba por concluido su aseo y concierto matutino, era aplaudido y vitoreado desde la cama por los que aún dormían o al menos lo intentaban aprovechando sus últimos minutos de remoloneo entre las sábanas.
Carmine
Carmine
Qué despertador tan divertido. Un "gag" digno de Charlot. Enhorabuena y saludos del Manco.
ResponderEliminarGracias, me alegro
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