El día que apareció en el trabajo media hora más tarde de lo previsto no pudo disimular, no hubo escusa, envuelto en una sábana que le asomaba por debajo de las ropas y también sobresalía por el cuello de su camisa, además de producir una enorme y blanda chepa en su espalda, dio a entender con total claridad que aquel día se le habían pegado las sabanas.
En la hora de descanso se marchó presuroso a la casa de socorro, allí después de ser sometido a una intervención de urgencia, por fin se liberó de ellas, desde entonces duerme en la bañera vestido con la ropa del día siguiente.
Carmine
En la hora de descanso se marchó presuroso a la casa de socorro, allí después de ser sometido a una intervención de urgencia, por fin se liberó de ellas, desde entonces duerme en la bañera vestido con la ropa del día siguiente.
Carmine
Cómo le entiendo a este señor, a mí me ocurre algo parecido, aunque lo suyo ya se pasa de castaño oscuro. A ver si va a ser un fantasma reencarnado en humano y no lo sabe. Ya se sabe, la cabra tira al monte.
ResponderEliminarEs muy posible que sea así, tengo noticias de que harto de dormir en la bañera vestido, regresó al lecho aun a sabiendas de que se repetiría todos los días la misma operación, los fantasmas no pueden ir desnudos tampoco, ya no se quita la sábana nunca, forma parte de su cuerpo. Nadie pregunta y si lo hacen contesta con voz de psicofonia.
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