A tu vera la sombra se me antoja, como fruto ante un sol que se atempera.
Bajo las hojas no cabe dormir, sino de forma placentera. Rojos y verdes que se engalanan, desde la última hoja en la cintura de la higuera.
Entre haces de luz, la tibia grama. Hacia la encalada casa, y hasta el final de la era, para poder mírate, todos te esperan.
Por ver tu pelo, según el aire. Sin reparar que sueñas, con tus deseos. So pena de despertarte sobre tu dulce arena.
Tras verte, me acerco a ti. Y me arrincono a tu lado, a echar la siesta.
Albada
Bajo las hojas no cabe dormir, sino de forma placentera. Rojos y verdes que se engalanan, desde la última hoja en la cintura de la higuera.
Entre haces de luz, la tibia grama. Hacia la encalada casa, y hasta el final de la era, para poder mírate, todos te esperan.
Por ver tu pelo, según el aire. Sin reparar que sueñas, con tus deseos. So pena de despertarte sobre tu dulce arena.
Tras verte, me acerco a ti. Y me arrincono a tu lado, a echar la siesta.
Albada
Preciosa composición preposicional, da gusto volver a leer tu exquisita escritura, Albada.
ResponderEliminarGracias, anónimo.
Eliminar!Hola amiga, que suerte volver a leerte!
ResponderEliminarTe relato rezuma frescura de mediodía y bostezos de primera tarde.
Un beso muy fuerte.
Hola Marga!. Dejé sin oponer ni el "con" ni el "contra", preposiciones que presuponen, o preposicionan.
EliminarJolines, eran las 16 horas, sin siesta de fiesta para bordar. :-) Un beso enormeeeee.