Hace varios años que no escribo en este blog. Tan especial para mí. Fue una etapa importantísima y única. Una fuente inagotable de experiencias. Que tuvo su tiempo. Aquel tiempo que fue suyo y de nadie más. Luego, mi blog, Facebook y mis textos largos me acabaron alejando.
Pero nunca he olvidado este sitio ni a los escritores pioneros que lo iniciamos. Aquí anuncié la publicación de mi primera novela: “El día que fuimos dioses” porque entonces todavía escribía con asiduidad en él.
Y hoy vuelvo a este blog, por una parte porque muchos de aquellos microrelatos que yo escribía fueron seleccionados por mi editorial para una antología amorosa: “Los mejores 101 momentos de amor”, que se publicó a finales del pasado año y recientemente como e-book. Los que lo han leído habrán comprobado que cito y agradezco por sus nombres a todos aquellos escritores de 280 que me ayudaron con sus estrellas y comentarios entonces.
Y por otra, y más impo rtante, vuelvo porque hoy me ha inundado una ola inmensa, un tsunami de nostalgia, que me ha traído hasta aquí.
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Francisco Rodríguez Tejedor.
Pero nunca he olvidado este sitio ni a los escritores pioneros que lo iniciamos. Aquí anuncié la publicación de mi primera novela: “El día que fuimos dioses” porque entonces todavía escribía con asiduidad en él.
Y hoy vuelvo a este blog, por una parte porque muchos de aquellos microrelatos que yo escribía fueron seleccionados por mi editorial para una antología amorosa: “Los mejores 101 momentos de amor”, que se publicó a finales del pasado año y recientemente como e-book. Los que lo han leído habrán comprobado que cito y agradezco por sus nombres a todos aquellos escritores de 280 que me ayudaron con sus estrellas y comentarios entonces.
Y por otra, y más impo rtante, vuelvo porque hoy me ha inundado una ola inmensa, un tsunami de nostalgia, que me ha traído hasta aquí.
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Francisco Rodríguez Tejedor.
Esas nostalgias, que hay que dejar que tomen el sol. ya ves...nos pillan por el verano, y nos regresan al final del otoño. Pues oyes...vamos a dejar que estén, que somos así por algo, digo yo. ;.)
ResponderEliminarUn Abrazo.
Albada, a parte de nostalgias, también este sitio para mí es una fuente de inspiración. A través de lo que lees y también
Eliminarintentando igualar y, si es posible, elevar la calidad del sitio. Que no es fácil. Y de ese esfuerzo se mejora en la propia obra. A mí muchas cosas se me han ocurrido participando en 280. Por eso vuelvo, ja, ja, ja...
!!!Que alegría tenerte de nuevo aquí, Gabriel jeje!!!
ResponderEliminarYa sabes que es un placer para mi leerte y releerte.
Un beso.
Y para mí beber de tu inagotable fuente de situaciones originales, ricas y frescas que siempre ofreces...
Eliminar¡Cómo pasan los años, "Gabriel Palafox"! Ya han pasado cuatro años y parece que fue ayer. Me sumo a tus nostálgicas referencias de ese verano con mayúsculas y de números redondos como fue, 2010. Todo un lujo coincidir en el espacio-tiempo con ustedes. No olvidemos nunca, si es posible, que 280 y punto - Relatarium, es la cafetería virtual donde nos podemos reunir y seguir contando, que es de lo que se trata...
ResponderEliminarEstimado Daniel, entiendo que para ti, como para mí, como para, supongo, la inmensa mayoría de los que aquí escribimos o hemos escrito, la literatura es una vocación. Y nunca te puedes apartar de ella, aunque lo intentes, ni de los sitios donde alguna vez la materializaste, como éste.
ResponderEliminarDear Mr. Palafox,
ResponderEliminarPrecioso homenaje a lo que siendo, fue y sigue siendo; porque eso es Relatarium: una casa abierta, de par en par. Un lugar al que poder volver, encontrar y encontrarse en la intimidad de nuestras letras.
Por encima de todo Relatarium es un homenaje a la generosidad y a la creatividad: dos profundos actos de amor.
Abrazos literarios.