Todos nos hemos parado a pensar, en algún momento de nuestras vidas, si merecería la pena seguir luchando por alguna de las cosas que antes nos hacían sentir bien. En cambio, Adela era distinta a los demás. Ella no se preocupaba, ni lo más mínimo, en los problemas a los que tenía que enfrentarse. Su filosofía de vida era "Pa' que me voy a preocupar si lo único que hago es perder parte de mi tiempo".
De este modo, Adela poco a poco consiguió hacer de los problemas de su vida, unas simples anécdotas que contar a sus conocidos. Por ejemplo, un día se enteró que no había pasado las oposiciones que tanto tiempo había estado preparando, pero logró hacer de ese inconveniente, una nueva meta por la que luchar. Por lo que podemos decir que Adela empezó a ver la vida de color de rosa.
Podéis encontrar este y otros microrrelatos en la siguiente dirección: http://ladialecticadelasimagenes.blogspot.com.es/
Cristóbal Gallego
De este modo, Adela poco a poco consiguió hacer de los problemas de su vida, unas simples anécdotas que contar a sus conocidos. Por ejemplo, un día se enteró que no había pasado las oposiciones que tanto tiempo había estado preparando, pero logró hacer de ese inconveniente, una nueva meta por la que luchar. Por lo que podemos decir que Adela empezó a ver la vida de color de rosa.
Podéis encontrar este y otros microrrelatos en la siguiente dirección: http://ladialecticadelasimagenes.blogspot.com.es/
Cristóbal Gallego
No sé si no entendí las filosofía de Adela, o simplemente no entendí el micro. O mi concepto de ver la vida de color de rosa es algo diferente, pero sí conseguiste que me intrigase la manera de reaccionar de Adela.
ResponderEliminarUn saludo.
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ResponderEliminarSaludos
En algunos momentos de stress, sin duda voy a envidiar a Adela. Nombre, por otra parte, propicio a los mitos y a las canciones.
ResponderEliminarPero, por lo general, me suelo identificar más con los ilusionados y los tozudos. Aunque no está de más recibir un poco de agua fresca para relativizar todo un poco. Abrazos literarios.