domingo, 19 de octubre de 2014

El ladrón

Aquél ladrón era muy pobre. Tanto que cometía sus robos con un arma simulada. Utilizaba una funda y un mango sin hoja, a modo de cuchillo.

Pero tras recibir 3 palizas descomunales, de asaltados que descubrieron el engaño, decidió cambiar sus objetivos. La última paliza lo dejó a las puertas de la muerte.

Ahora sólo asalta ancianos y niños indefensos.

Sin embargo le dan mucha pena y a menudo se arrepiente.

Esta mañana han encontrado muerto al ladrón y no ha sido de una paliza. Ha muerto de hambre y de escrúpulos.



Palabras compartidas

3 comentarios:

  1. Eso no les ocurrirá a Blesa y compañía, vive dios.

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    1. A Granados y demás tampoco, vive dios

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  2. Aleccionador relato para personas de la calaña que mencionan los compañeros anteriores. Saludos "Palabras compartidas"

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