jueves, 12 de junio de 2014

Macro-micro

Nunca le he confesado a mi mujer que lo que de verdad me cautivó de ella fue su escaso uno cincuenta, aunque quizás lo intuya, porque en los momentos de mayor intimidad y arrebato siempre la llamo, entre suspiros, “chiquita” y “pequeña”. Y es que siento debilidad por todo lo diminuto. Vivo por gusto en un apartamento de veinticinco metros, y creo que he tenido todas las marcas y modelos de coches tipo mini. Tengo perro, y ¿saben cual? Lo adivinaron, un chihuahua. Mi personaje infantil fue “Campanilla”, y en materia de arte prefiero el minimalismo, más que nada por el nombre. Por supuesto mis calzoncillos son tipo “slip” y, ríanse si quieren, pero incluso me gusta que los zapatos me aprieten un poco. Así que no les extrañe si ahora mismo siento (aunque el adjetivo me repugne) una inmensa felicidad: siempre soñé con ser el protagonista de un microrrelato.

Serie B

miércoles, 11 de junio de 2014

Metamorfosis

Se ovilla sobre las baldosas frías y empieza a temblar. El sudor profuso, con aroma a desventura, va anegando cada poro de su piel. Una capa gelatinosa va recubriendo el ovillo pulsátil, que yace en el rincón, hasta hacerlo amarillento y dúctil.

El siguiente paso es la maceración de las articulaciones y su reorganización celular posterior.

Cuando el ser durmiente se abre paso hacia la luz, las alas, plegadas aún, han de desplegarse lentamente, antes de echarse a volar.

Al fin, la metamorfosis ha concluido.

LA PRIMERA FRASE era el inicio obligado para el programa "relatos en cadena" de la cadena SER

Albada

Sumisión

La noche, está negociando treguas en las esquinas de tu vida. Y, aunque nada ha cambiado, el ambiente bosteza rumores que la mañana rubricará.

Todo sigue igual, tranquilo, lento, dejándose llevar, como ajeno a sueños esbozados a fuego en las mismas entrañas del alma. Todavía no eres consciente de tu rendición total.

21

lunes, 9 de junio de 2014

Preposición estival

A tu vera la sombra se me antoja, como fruto ante un sol que se atempera.

Bajo las hojas no cabe dormir, sino de forma placentera. Rojos y verdes que se engalanan, desde la última hoja en la cintura de la higuera.

Entre haces de luz, la tibia grama. Hacia la encalada casa, y hasta el final de la era, para poder mírate, todos te esperan.

Por ver tu pelo, según el aire. Sin reparar que sueñas, con tus deseos. So pena de despertarte sobre tu dulce arena.

Tras verte, me acerco a ti. Y me arrincono a tu lado, a echar la siesta.



Albada

Preposición estival

A tu vera la sombra se me antoja, como fruto ante un sol que se atempera.

Bajo las hojas no cabe dormir, sino de forma placentera. Rojos y verdes que se engalanan, desde la última hoja en la cintura de la higuera.

Entre haces de luz, la tibia grama. Hacia la encalada casa, y hasta el final de la era, para poder mírate, todos te esperan.

Por ver tu pelo, según el aire. Sin reparar que sueñas, con tus deseos. So pena de despertarte sobre tu dulce arena.

Tras verte, me acerco a ti. Y me arrincono a tu lado, a echar la siesta.



Albada