miércoles, 20 de julio de 2016

Resurrección

Había dormido pocas horas. A las siete de la mañana me tomé mi primer café. Estaba en un hotel rural en Asturias y el sol informaba de un día caluroso. Me duché con mucho gel y suficiente champú, de esos que suavizan el pelo rebelde.
A las ocho y cuarto estaba conduciendo en mi coche de alquiler, un todo volumen con cinco puertas de color gris. Por un instante me dormí. Cuando me desperté estaba en una zanja de hierba mullida que sin duda había salvado mi existencia. ¿Qué hubiera pasado si hubiera caído sobre cemento o sobre piedras?
Llegó la policía, me sacaron por la puerta de la copilota porque el coche estaba tumbado del lado izquierdo. Me hicieron el test de laalcoholemia, dio negativo.
-Solo me he dormido, estoy tan cansada
-Pues hoy has resucitado. Podría haber sido el sueño eterno- respondió la policía con su coleta sujeta con una goma roja.
-Si, hoy es el día de mi resurrección- y lloré convulsivamente
Beatriz Bar ón Beraud

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