Llovía a cantaros, el agua calaba hasta el tuétano de mis huesos, y dolía. Me hice la encontradiza y me dijiste que me metiera bajo tu paraguas. No quise, esta lluvia me da la vida, me aclara las ideas, le dije. Caminamos juntos, en silencio, hasta casa. Al llegar la encontré fría y no había fuego en el hogar. Me quité la ropa mojada y sequé mi cuerpo al tiempo que estornudaba, pensé que era mejor un catarro que ir bajo el mismo paraguas que la otra y tener una pulmonía de amores.
RubiadeBote
Sale medio codificado el texto, pero me gusta la claridad y la fuerza de la protagonista, me encanta, que se cuide ese catarro
ResponderEliminarHay dos cosas que cuidarse.... La salud y el honor. Segunda parte al nivel de la primera.
ResponderEliminarno puedo leer bien el texto, igual me ocurre a mi solamente, pero no puedo solucionarlo.
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