martes, 14 de septiembre de 2010

desaparecer

Cuando abrió los ojos lentamente, escudriño, se orientó. Un día comenzaba de nuevo. Había sufrido de nuevo una tormenta de pesadillas, trastornos bipolares e histeria. No reconocía a nadie en el sitio donde creía estar hospedado, nadie se hablaba, ni relacionaba. Le provocaba miedo, pero solo quería dormir. Se asomó aturdido a la ventana de la planta diez y reconoció escenas cotidianas que alguna vez le fueron propias.

1 comentario:

  1. Las plantas de psiquiatría de los hospitales, me han hecho olvidar de firmarlo.

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