miércoles, 13 de abril de 2011

A la intemperie

Aquellos días jugábamos a encontrarnos, disfrutábamos del sol y de la luz, embebíamos nuestros besos con el dulce y fresco sabor de nuestras almas. Pienso en ti, aunque la luna ya no añore, como antes, tus mañanas. Pienso en ti suavemente, inútilmente, pero sin arrepentimiento. Tendida en la hierba, húmeda e incómoda, busco abrigo bajo este sol aún insuficiente. Sin embargo no hay calidez que cubra mi desnudez de amor; solo se dibujan nubes que precipitan la lluvia.


Saryle

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2 comentarios:

  1. En dos palabras: pre cioso ;-)

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  2. Gracias, Eglon. Este me salió más poético...
    Un saludo.

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