La macedonia de sus deseos se hizo con la fruta de ayer picada a trozos, con el agua de rosas que destiló y el azúcar de un viento libre.
El almíbar lo preparó con besos de estreno y abrazos de peluche de terciopelo malva. Lo dejó hervir dos días y reposar tres lunas y al fin hoy cena como los dioses en el cuenco de su ombligo.
Ella preparó una mousse con pétalos de margaritas y aromas de lavanda y lo sirvió en el hueco de su clavícula.
Tras cena, siguieron cenando. Sin cubiertos
Albada
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El almíbar lo preparó con besos de estreno y abrazos de peluche de terciopelo malva. Lo dejó hervir dos días y reposar tres lunas y al fin hoy cena como los dioses en el cuenco de su ombligo.
Ella preparó una mousse con pétalos de margaritas y aromas de lavanda y lo sirvió en el hueco de su clavícula.
Tras cena, siguieron cenando. Sin cubiertos
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tiempos demasido dispersos
ResponderEliminarCreo que me ha entrado hambre y me ha subido la temperatura corporal al leer este relato. ¡Yo quiero una mousse de esas! Estupendo, Albada, muy... tuyo.
ResponderEliminarBueo para sr tan vegetarianos, faltaba el heno y el elfalfa. El maíz endulza y la cbada es afrodisiaca.
ResponderEliminarPléyade
jajaja. Gracias Hank.Seres tan carnales son omníboros. Escribiendo tuve que ir a merendar.Pero muy cutre:té de menta y canela y un donuts.Un abrazo
ResponderEliminarJajaja, otra "tetera". Yo estoy escribiendo esto mientras me aprieto un té mezcla negro y verde con ciruela y canela. Digno de uno de tus relatos, o al revés... Pardiez, ahora me comería un donut también...
ResponderEliminarEstupendo, Albada. Delicado y sugerente. Un beso.
ResponderEliminarGracias Sara y Hank. Soy fan de los donuts y una negada de la mecanografía ( poner la b y la v tan cerquita pordios), con discalculia y ahora presbicia.Un poema.
ResponderEliminarDisfruté un montón de escribir y de merendar.
Un abrazo a ambos
Me parece que el único que comió (lo que se dice "comer") fue el que no puso ni ombligo ni clavícula, sólo morritos y dientes, jajaja, y la compañera comió dejándose comer. Perdón por la explicidad. Bueno, que también me apunto a la merienda ¿eh?
ResponderEliminarLuis, lo de la merienda con té y donuts queda pendiente por mi parte. Es que comer comer...se comió poco en este cuento me temo. jajaja. Gracias por tu jocosidad
ResponderEliminarUn abrazo
Neruda despertó mis sentidos muchas veces con sus versos llenos de aromas frutales y deseos contenidos en las nobles barricas que duermen
ResponderEliminaren las bodegas, sentidas y calmas, de la vieja naturaleza. Hoy, sin tener a Neruda a mano, se han desperezado, mis sentidos, de nuevo,y he abierto la ventana, por donde entraba todo el aroma de mayo. Y toda la sinfonía de los árboles y las plantas que gritaban, tan alto ,que era imposible no oírlos.
¿Puede haber mejor plato que una macedonia de deseos? Excelente cena Albada! Añadiré esta 'receta' a las que ya tengo 'guardadas' para elaborarla y saborearla como se merece. ¡Bravo!
ResponderEliminarGracias Gabriel y Vanadis.El mundo de los olores y de los deseos es un mundo que empieza a tejerse muy temprano.Desde la cuna.las nanas y las papillas.
ResponderEliminarTal vez por eso a todos los olores nos evocan emociones, nos despiertan atávicas sensaciones y nos invitan a abrir el baúl de los deseos.
Un abrazo a ambos