Le sorprendió la lluvia en el Retiro.La tarde se oscureció en pocos segundos.Gotas firmes y rotundas crearon un olor a humedad.Su pelo chorreba agua pero ella seguía caminando... sin prisas... sonriendo tras cada relámpago. Sus sandalias no le aislaban del charco que era ahora esa vereda.Los pies empapados no le molestaban.LLovía a cántaros y sonreía.justo cuando le impactó el rayo es cuando entendió el motivo exacto que la llevó a matarle
Albada
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Violencia domestica, o extra?
ResponderEliminarLluvia, un parque, rayos... muy, pero que muy misterioso.
ResponderEliminarGracias Hank.Busqué la violencia del ambiente con la serenidad de ella bajo la tormenta externa.Para el final del rayo pensé en tí.
ResponderEliminarUn abrazo
Seguro que, cuando iba a matarle, mientras caminaba bajo esa lluvia, iba diciendo: ¡que le parta un rayo! ¡Y mira...! ;-)
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