Nadie puede asegurar al levantarse, donde se acostará; la certidumbre no existe.
Ayer fue el primer día de mi nueva vida. Fui a la puerta del sol a fisgar, pero algo me enganchó y me quedé a oír las propuestas.
Inflamada por un calor súbito, abrí la boca para respirar y me salió un grito desgarrado.
Entonces supe que mi currobasura no bastaba, que para vivir se necesita dignidad.
Me sorprendió el sueño sobre un cartón, sin saber que esconde el futuro, pero consciente de una evidencia...ESTOY VIVA.
desasosegada
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¡BRAVO! ¡SIGAMOS INDIGNÁNDONOS! [Yo también estuve, pero no te vi] ;-)
ResponderEliminarTiempos de crisis, tiempos de reflexión.
ResponderEliminarUn gran relato.Enhorabuena