El Rey y la Reina oprimían a sus súbditos hasta límites inhumanos. Los mataban de hambre, los enviaban a morir por miles en guerras estúpidas, los esquilmaban con impuestos... No obstante, el amor que le negaban a su pueblo se lo entregaban el uno al otro. Se amaban con locura. Por eso, tras la Revolución, los rebeldes, humanos al fin y al cabo, cumplieron su última voluntad: ser enterrados juntos. Aunque, claro, hubo quien dudó: "igual se referían a enterrarlos juntos después de muertos..."
Hank66
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Hank66
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Hank en estado puro. Ocurrente, divertido y aterrador.
ResponderEliminarJajaja.Es tan hankiano tu final...Un abrazo
ResponderEliminarGracias por estas historias que provocan la sonrisa ;-)
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