Mi caravana y mi chico son mi única patria ¡son gajes del circo!
Pero... subida al trapecio, a la luz de los focos, no hay nadie más feliz que yo; una doble pirueta y sus manos me sostienen ingrávida en el aire ¡Que maravilla!
Todo ese precario equilibrio se truncó cuando le vi abrazado a aquella rubia.
Al día siguiente, en el salto mortal, rocé sus manos sin asirlas y caí al vacío, entre chillidos de espectadores.
Mi novio no logró convencer al juez de que había accionado la red, como todos los días, lástima de muchacho.
Pero... subida al trapecio, a la luz de los focos, no hay nadie más feliz que yo; una doble pirueta y sus manos me sostienen ingrávida en el aire ¡Que maravilla!
Todo ese precario equilibrio se truncó cuando le vi abrazado a aquella rubia.
Al día siguiente, en el salto mortal, rocé sus manos sin asirlas y caí al vacío, entre chillidos de espectadores.
Mi novio no logró convencer al juez de que había accionado la red, como todos los días, lástima de muchacho.
desasosegada
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