Su espíritu libre y sus inabarcables sueños, chocaron de bruces contra un muro aparentemente infranqueable, levantado con prisa y con saña por un ejército de sombras contratado para la ocasión.
Sin embargo, no cejó en su empeño de alzar la voz, convencido (tal vez ingenuamente) de que cuanto más alta fuera la pared, mayor sería el eco de sus gritos.
Cronopio
Sin embargo, no cejó en su empeño de alzar la voz, convencido (tal vez ingenuamente) de que cuanto más alta fuera la pared, mayor sería el eco de sus gritos.
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