Preparé aquella oposición por agradar a mi madre.
Mi primer trabajo fue la investigación de los fondos de una rica familia; les sancioné sin temblarme la mano y así, casi sin darme cuenta, hice de mi profesión mi vida.
Obsesionada por el trabajo rastreé paraísos fiscales y subterfugios mafiosos y alcancé fama de inspectora incorruptible.
Mi primer trabajo fue la investigación de los fondos de una rica familia; les sancioné sin temblarme la mano y así, casi sin darme cuenta, hice de mi profesión mi vida.
Obsesionada por el trabajo rastreé paraísos fiscales y subterfugios mafiosos y alcancé fama de inspectora incorruptible.
Ayer me jubilé y todo lo que me queda es la certeza del deber cumplido, un vacío inmenso y la estúpida sensación de haber confundido lo urgente con lo importante.
desasosegada
Interesante relato. Describes a la perfección y en pocas palabras la sensación del tiempo mal utilizado.
ResponderEliminarDesgraciadamente la vida no nos permite rehacer lo ya hecho, así que es mejor pensar cuidadosamente en que embarcarnos.
EliminarGracias, Pilar.
Esa sensación de confusión nos persigue siempre, pero solo despues de pasadas nos damos cuenta del error, o no, que ha supuesto dedicar el tiempo a unas cosas en lugar de a otras. Un beso
ResponderEliminarEste comentario que hacer me recuerda un precioso poema de Forges (El remordimiento)
Eliminar"He cometido el peor de los pecados que puede cometer un hombre. No he sido feliz..."