Hacía años que el bosque se le había hecho pequeño, tanto talar, tanto talar, lo logró, Ahora su distracción era asustar a las paseantes con caperuza, cuyas abuelas no las aguantaban y las mandaban a la caza del lobo. Aunque el ya había hecho también de las suyas al respecto.Pero las nuevas no se asustaban y se quedaban a ver y preguntar como le iba por el bosque enano, y el se escondía detrás de un bonsai. Ahora era él el asustado. Alfred
Te hice el comentario en tu blog, imagino que lo hablas leído.
ResponderEliminarLo leí gratamente, siendo el mismo micro, hay alguna pequeña diferencia. Muchas gracias, un saludo.
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