Estamos a tiempo. Todavía a tiempo de soltar más lastre, de contemplar nuestra sombra por encima de los campos reventados de trigo rubio y amapolas risueñas. A tiempo de dejar que el plomo de los zapatos se derrita en el asfalto.
Y es que, hasta que un único segundo nos arranque el último suspiro...tenemos todo el tiempo
Albada
Y es que, hasta que un único segundo nos arranque el último suspiro...tenemos todo el tiempo
Albada
Un canto a la esperanza y a la lucha hasta el último momento. Transmites fortaleza y ánimo en los tiempos que corren.
ResponderEliminarLa esperanza es lo último que se pierde. Saludos.
ResponderEliminarEntre el trigo con amapolas y el cielo siempre hay luz y aire, Albada.
ResponderEliminarPilar, Alfred, Josfin...gracias por leer y comentar.
ResponderEliminarUn saludo
Muy bonito albada y nos recuerda un hecho fundamental, no hay tiempo que perder, todos los minutos son susceptibles de ser disfrutados.
ResponderEliminarUn beso. marga.
Me alegra te guste. No hay segundo que deba rechazarse en el juego de la vida.
ResponderEliminarUn abrzo