Apareció de pronto y se sentó a mi lado, en el banco de la estación, se quedo ahí, mirándome con ojos lascivos, haciéndome presentir sus ansias de penetrarme, casi me dolía su insistencia, pero, curiosamente no me incomodaba lo mas mínimo, al contrario me producía una rabiosa fascinación. Al llegar mi tren, me levante, sintiendo todavía su mirada en mi nuca y al hacerlo, noté un tirón, como si algo se desprendiera de mi útero. A.M.G A.M.G
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