Con el tiempo, vió partir a tanta gente que su mirada se había coarteado. Sus ojos parecian bolitas de papel de papel reciclado y tinta diluida por la contenida humedad de su tristeza.
Tal vez fue el azar quien insufló en su corazón autista un fluido vital que le llevó a lágrimas de ilusión Tal vez éstas limpiaron la turbia mirada de los adioses inevitables.
Una lozanía primaveral le devolvió el soportable desasosiego de la impaciencia juvenil. Ahora el tiempo duraba lo que la esperanza.
Anónimo
Una exposición impresionante,como salida de una oscuridad.Se queda con lo mejor del mensaje,como de cara a la luz: tiempo y esperanza.
ResponderEliminar¡Qué bonito! Un auto-comentario halagador. Por el respeto que yo sí tengo a este blog, me resisto a calificar su actitud.
ResponderEliminarNo se resista y califique. El blog y yo, podremos soportarlo. En todo caso, me deja la impresión de haberse equivocado en el autor: "autocomentario" (sin guión) revela su errada sospecha.
EliminarSiento que tenga tan mal día.
Un buen texto.
ResponderEliminarLa expresión "... soportable desasosiego..." me parece muy acertada. Le felicito por ella.
Un saludo.
Gracias Albada por su amable comentario. La desesperanza es lo que me resulta insoportable.
EliminarEsto de ir de anónimo, se presta a confusiones. Lo siento por el autor. Cualquier avatar o señal, da un toque personal.
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