Tenia dos 'amores' sublimes, uno no la entendía en nada ni sentido, ni dicho ,ni hecho, o asi lo decía y repetía; el otro, directo a la yugular, sólo conseguia dar al homóplato electrizado. Se chamuscó el hocico y se rompió un canino.
Le vaticinaron tantas condenas que no le cabían en la vida. Las terminó más allá, donde, igual que acá, dos sombras anónimas la envolvían.
Junto a las malvas salieron pinchos extralargos, y, hortigas blancas como interrogando.
Anónimo
Le vaticinaron tantas condenas que no le cabían en la vida. Las terminó más allá, donde, igual que acá, dos sombras anónimas la envolvían.
Junto a las malvas salieron pinchos extralargos, y, hortigas blancas como interrogando.
Anónimo
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