jueves, 21 de junio de 2012

Alas mojadas

Con sed atrasada y la mochila vacía, reemprende su caminar arrítmico y cansino.

Aunque percibe que el horizonte se aleja a cada paso, sigue zigzagueando a lo largo de la senda prefijada la noche anterior.

Como los estímulos provinientes del mundo exterior se desdibujan por minutos, poco a poco se va refugiando en su prolijo universo interior. Y lo hace convencido de que ya pronto logrará su objetivo, ya pronto se librará del último lastre... ya pronto comenzará realmente a flotar.

Cronopio


3 comentarios:

  1. Ya sabes, la pérdida de interés por el paisaje, siempre es un mal presagio.
    Un abrazo.

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  2. Suele serlo... aunque en ocasiones (sólo en ocasiones) esa "pérdida de interés" puede servir para retocar la perspectiva que se tiene sobre uno mismo.

    Abrazos de vuelta, Marga.

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  3. Parece un abuelito de 97 años y medio que esté haciendo experimentos en el camino, con el poco tiempo que le queda.(es una inerprtación a esos movimientos, el mundo interor, el último lastre, y al final, flotar.

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