!Hay que parar esta noria!
Giraba de forma relativamente apacible, hasta que de pronto y sin motivo aparente, empezó a acelerarse más y más.
A medida que cogía velocidad los pasajeros empezaron a salir disparados. Primero fueron los recién llegados, que no habían tenido tiempo de abrocharse los cinturones, pero a ellos, les siguieron los demás.
Hoy, los que quedan, se esfuerzan en agarrarse a las barras y observan con ojos desorbitados como nadie parece capaz de apaciguar esa fiera sin control.
Giraba de forma relativamente apacible, hasta que de pronto y sin motivo aparente, empezó a acelerarse más y más.
A medida que cogía velocidad los pasajeros empezaron a salir disparados. Primero fueron los recién llegados, que no habían tenido tiempo de abrocharse los cinturones, pero a ellos, les siguieron los demás.
Hoy, los que quedan, se esfuerzan en agarrarse a las barras y observan con ojos desorbitados como nadie parece capaz de apaciguar esa fiera sin control.
desasosegada
Por si hay quien todavía duda: No es la economía. Es la ideología.
ResponderEliminarNo es nada fácil parar la noria de la ideología.
Es cierto, pero disfrazada de necesidades económicas está logrando destrozar los fundamentos de las conquistas sociales de la democracia.
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