En mi nueva obsesión por la victoria, sueño cómo unas bayonetas hacen reflejos sobre la oscura pared de una calle que yo no reconozco. Sé que estoy soñando, pero siento cómo el enemigo acecha tras la esquina igualmente.
Llevo en mi puño cerrado un papel que deseo proteger desesperadamente. Sólo al despertar dudo si me recuerda a una nómina o a un reguardo de la Primitiva.
Albada
Jeje, me río por no llorar. Efectivamente ésta es la guerra de nuestra generación.
ResponderEliminarUn beso.
Pues a ganarla marga. A ganarla.
EliminarLos juegos de azar poco deben tener que ver con el derecho a un salario que permita vivir.
Soñaré que el 2008 no fue un año de locura sino de cordura, en el que reencontramos las armas de la razón, la palabra y la honradez.
Un abrazo.
No me digas que fue un sueño, te vi tan real cuando te acercabas a mí con el papel en la mano, que no pude pensar en el azar, sino en el reconocimiento por un trabajo.
ResponderEliminar..que merecía un sueldo justo y suficiente para mantener a una familia. Ya. ¡Pero se está transformando en liliputiense a pasos de gigante!.
EliminarUn abrazo