lunes, 27 de agosto de 2012

En el armario

Fue fácil acallar los rumores; bastaba con hacerse el machote, beber como un cosaco y machacar en rugby.
Pero faltaba la prueba de fuego, así que hizo de tripas corazón y la invitó a salir. Todo fue bien pero después de varias copas y tuvo que aceptar que antes o después tendrían que acostarse, así que trago saliva y se abalanzó sobre ella.
Se esforzó cuanto pudo pero finalmente le venció el desconsuelo y se echó a llorar.
Afortunadamente lo único que trascendió fue que tenía un mal beber


desasosegada


4 comentarios:

  1. Marga, me siguen encantando.
    Ros.

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    1. Gracias amiga mía por ser tan poco objetiva, jeje

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  2. Pues un micro que sería de agradecer en más de un caso, me temo. Me ha gustado mucho. Incluso el "trago" por "tragó".

    Un abrazo.

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    1. Gracias Albada, que gusto tenerte como lectora.

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