El sonido del pasado nos acompaña para siempre; hay músicas que nos transportan a la adolescencia, frases que resucitan a personas ya perdidas y timbres que nos hacen sentir libres como si ya hubiera acabado una clase. Por eso, siempre prensé, que echaría de menos tu voz; esa voz que dulce o crispada, me acompañó durante media vida, pero no fue así, Unos timbres sustituyeron a otros y la vida siguió, con otros sonidos, pero siguió. Pero hay una circunstancia en la que nunca he podido sustituirte… en el silencio. El silencio ha dejado de abrigarme y de ser un refugio frente a las tormentas. Ahora el silencio tiene que ver con la soledad y el desánimo. Ahora el silencio se ha convertido en tu ausencia.
desasosegada
desasosegada
Hermoso juego paradójico. A veces el silencio compartido puede ser cálido y elocuente. Algo que nunca entenderán ciertas insoportables cotorras reencarnadas en personas. Enhorabuena, Marga.
ResponderEliminarEl Manco
Ciertamente, el silencio entre dos es maravilloso, un regalo exquisito.
ResponderEliminarNos gustaría conocerte, escribes como los ángeles y también a nosotros el silencio nos inspiró para nuestra canción.
ResponderEliminarUn abrazo de Simon & Garfunkel
Vale, pero no habéis sido los únicos. Yo también hice una película que se titulaba "El Silencio".
ResponderEliminarIngmar Bergman (desde la tumba)
A mí el que me gusta es el de los corderos.
ResponderEliminarAníbal Lecter
¿La cabeza de cordero es cordero?
ResponderEliminarFaemino y Cansado
Hasta el rabo todo es toro
EliminarManolete
Mira tú por donde el silencio hace hablar...
ResponderEliminarBUeno pues nada, en boca cerrada no entran moscas, jeje.