Si Lobo López rondara estos lares, se extrañaría muchísimo de los días tan lluviosos que asolan el Mediterráneo, a él que le gusta citarse con caperucita en el bosque pleno de sol y de flores. ¿Qué haría hoy?¿ Expresaría por fin su amor y sus intenciones en alguna cafetería de corte romántico o como tantas otras veces tragaría saliva y se guardaría sus sentimientos para no mostrar debilidad? Quizá es que el lobo López también es de Marte y caperucita ¿de venus? De cualquier forma, de rojo no iría ella, que hay que innovar. Tal vez un azulón a juego con los días, plenos de nubarrones a punto de reventar. Coqueta y romántica lo miraría con sus ojos expectantes esperando que él la deleitara con alguno de los episodios vividos en los frondosos bosques de su infancia. Lobo López que se las sabe todas le diría que desde la conoció se ha convertido en un lobo bueno. ¡Cómo negarle su frasco de amor! Homenaje al otoño que atrás quedó.
Mercedes Marín del Valle
Mercedes Marín del Valle
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