martes, 25 de junio de 2013

La novia

La vertiginosa belleza de aquella profesora de literatura hacía soñar a los hombres de la pequeña ciudad. Pero su naturaleza narcisista, desinhibida y voluble la llevó a jugar con los sentimientos de muchos de ellos hasta enloquecerlos de frustración y despecho. Que acabase anunciando su matrimonio con el más acaudalado, que además era el alcalde, fue casi un destino natural. Y que invitase a sus víctimas a la boda, una muestra más de aquel deplorable humor sarcástico que todos ellos conocían muy bien. La mañana de la ceremonia el novio se retrasaba ya media hora cuando apareció un mensajero con un paquete urgente. Dentro había un fajín de esmoquin empapado en sangre coagulada y una cartulina con una cita literaria: “Esto del morirse los enamorados es cosa de risa. Quijote, Segunda Parte”. Una docena de encopetados caballeros, intercambiando furtivos guiños cómplices, sostuvieron solícitamente a la novia desvanecida.

El Manco del Espanto

8 comentarios:

  1. y los encopetados ¿por qué aceptaron la invitación de tan egocéntrica y cruel chiquilla? jajaja... en fin, le estuvo bien empleado...a ellos, también, por dejarse manipular.

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  2. ¿No sería esta tu profesora, aquella de esos viajes en autobús de la que estaré eternamente celosa, no, Manco? Las gatas es lo que tenemos...

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  3. Nunca fuera caballero de damas tan bien comentado. Qué placer.

    Está claro para qué acudieron los encopetados: ¡PARA VENGARSE! (dígase con voz cavernosa y añádanse unas carcajadas como de ultratumba)

    Y no sufras tú, gatita mía, que Muskita sólo hay una y a aquélla otra la encontré en la calle.

    Muchas gracias a las dos.

    El Manco

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    Respuestas
    1. Me dejas más tranquila... ¿No serían doce los hombres buenos, no? En fin, entre todos lo mataron, él solo se murió.
      Felino día

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  4. ¿Y si no hay muerto? ¿Y si el novio estaba también en la pomada? ¿Eh? Aaaahhhh... También pudiera ser (yo no lo sé). Ahí queda.

    El Manco.

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  5. Lástima!!!! un momento después y hubiera quedado viuda, rica y libre.

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  6. Pero se quedó sola, fané y descangallada, como decía el tango.

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  7. Sí, y siguiendo con ese tango, es muy posible que con el ramo, el velo y la cola pareciese un gallo desplumao.

    El Manco

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